La delgada línea entre la apreciación y la apropiación cultural

En los últimos años, la apropiación cultural ha estado presente en infinidad de debates y reflexiones en torno a la diversidad cultural y la inclusión. Esto claramente no es casualidad, ya que cada vez vivimos en un mundo más globalizado en el que las culturas se juntan y se fusionan. Por ello, es necesario poder comprender lo que implica la apropiación cultural y cómo repercute en las diferentes comunidades. Asimismo, es importante conocer el fenómeno de la apropiación cultural a través de sus definiciones, casos reales y el respeto para abordar una cuestión delicada y compleja.

Según Wikipedia, la definición de apropiación cultural se refiere a la adopción o uso de elementos culturales por parte de miembros de otra cultura. Es decir, tomar diferentes elementos históricos de una cultura ajena, ya sea cultural o simbólico, fuera de su contexto original. Esta apropiación, en la mayoría de las ocasiones se produce cuando los elementos de una cultura más “oprimida” y minoritaria son adoptados por un país más “grande” y poderoso. Al hacerlo, se puede generar un malestar o falta de respeto a la cultura de origen y a su identidad. Un caso claro de ello es la cultura mexicana en USA, sobre todo en las representaciones de Hollywood.

El concepto de la apropiación cultural se puede representar en diferentes formas, desde el concepto de la espiritualidad y la religión, hasta la moda, la gastronomía o la música. Los ejemplos más claros son generalmente los que conllevan a la moda o a algún elemento físico apreciable para nuestros ojos. Por ejemplo, los peinados, la ropa, la vestimenta o algunos accesorios característicos. Esto puede llevar a una mal interpretación de los símbolos culturales de una comunidad, causando dolor y ofensa.

Para abordar este tema de una manera correcta es imprescindible comprender la importancia de la comunicación de cara a promover el entendimiento y el respeto entre las diferentes culturas en el ya mencionado mundo globalizado en el que vivimos. Dicho esto, es necesario reconocer esta diversidad como una fuente de enriquecimiento cultural para todas las diferentes comunidades.

Por ello, en lugar de apropiarse de otros elementos culturales (indebidamente), se debería fomentar un intercambio de conocimientos, prácticas y sobre todo experiencias. Claro está, esto implica reconocer las fuentes culturales, conocer su historia y significado y colaborar con las comunidades culturales en lugar de explotarlas.

Aun así, hay que destacar que no es nada malo tomar algunos aspectos o ideas de otras culturas, de hecho, puede llegar a ser muy beneficioso. Por ejemplo, se sabe que Picasso tomó ejemplos o ideas del arte africano para algunas de sus obras. Pero también, es importante tener en cuenta que la línea invisible que separa la apropiación y la apreciación cultural es muy fina. Y es necesario comprender el contexto y la historia para “no meter la pata”. Por ejemplo, disfrazarse de indio en USA es claramente un error teniendo en cuenta la historia ocurrida tiempo atrás.

Algunos ejemplos son los trajes de los nativos ya mencionados, el uso del ‘bindi’ o el maquillaje “blackface”, entre muchos otros.

Y es que en USA, el uso de trajes nativos en los festivales de música es más que habitual. Estos trajes y complementos son utilizados de una manera “incorrecta”, lo que ha generado críticas por parte de las comunidades indígenas

El uso del “bindi” es otro de los ejemplos para tener en cuenta. Y es que este símbolo religioso, un punto llevado por las mujeres hindúes tradicionalmente, ha sido apropiado en muchas ocasiones sobre todo en la industria de la moda occidental como un simple accesorio estético. Por ello, son muchas las comunidades hindúes que consideran que se está descontextualizando un símbolo sagrado.

Otro de los casos que más repercusión ha tenido en los últimos años es el maquillaje “blackface”. Esto es una forma de apropiación cultural que tiene sus raíces en la historia de la discriminación. El denominado blackface, consiste en pintarse la cara de negro para representar y estereotipar a personas negras. Todos recordamos de pequeños en la cabalgata de los Reyes Magos a ese último rey, Baltasar, que te preguntabas porque tenía la cara pintada. Asimismo, es verdad que cada vez es más complicado ver este tipo de práctica o como se quiera llamar.

ESPAÑA

Pero claro está, la apropiación cultural no solo se produce en América sino en todos los lugares alrededor del planeta. De hecho, en España, es un tema que cada vez tiene más atención y está a la orden del día. Y es que al igual que en los otros lugares, en la industria de la moda y de la música en España también ha habido debate sobre la apropiación cultural.

De hecho, en el año 2021, México acusó a las marcas de moda Zara, Anthropologie y Patowl de apropiación cultural alegando que «hicieron uso» de diseños creados por las poblaciones indígenas del país.

A través de una serie de cartas escritas a las marcas, la Secretaría de Cultura de México pidió una «explicación pública» además de que las «ganancias» se «devolviesen a las comunidades creativas» que consideraban inventaron las técnicas de bordado y los motivos de diseño.

En un comunicado de prensa, la Secretaría de Cultura destacó un vestido midi bordado azul de Zara. Afirmando que la marca española se había basado en los símbolos ancestrales y los vestidos tradicionales «huipil» producidos por el pueblo mixteco de San Juan Colorado, México, y agregó que los artesanos suelen tardar al menos un mes en fabricar los vestidos. El artículo en cuestión ya no está disponible para la venta en el sitio web de Zara.

Otro de los casos para tener en cuenta en España fue el debate sobre la apropiación cultural de Rosalía. Tal vez hoy en día no nos acordemos ya que la figura de la artista es gigantesca, pero al comienzo de su carrera y sobre todo con su canción “Malamente”, fue objeto de críticas por supuesta apropiación cultural.

Rosalía, una reconocida cantante y compositora española, ha sido objeto de debate en relación con la apropiación cultural. Su estilo musical fusiona el flamenco tradicional con elementos de la música urbana y pop, lo que ha generado discusiones sobre la autenticidad y la apropiación de la cultura flamenca.

La cantante y compositora española, fue debate debido a su estilo musical que fusionaba el flamenco tradicional con elementos de la música urbana, lo que generó discusiones sobre la autenticidad y la apropiación de la cultura o la música flamenca.

Algunos argumentaban que Rosalía estaba apropiándose de una tradición cultural profundamente arraigada en España al combinarla con géneros musicales contemporáneos. Cuestionándose si su interpretación del flamenco es genuina y respeta el legado y la historia de este arte. Se argumentaba que, al fusionar el flamenco con otros estilos, Rosalía podría estar diluyendo su esencia y comercializando una versión superficial y descontextualizada del género.

Por otro lado, hay quienes defendían a Rosalía y consideraban que su enfoque innovador y su capacidad para llevar el flamenco a nuevas audiencias es una forma de evolución artística legítima. Argumentaban que su música y estilo visual podían ser interpretados como una reinvención contemporánea del flamenco, en lugar de una apropiación cultural perjudicial. Además, hay que destacar que Rosalía ha expresado respeto por la tradición flamenca y ha colaborado con artistas y productores reconocidos en el ámbito flamenco.

En definitiva, creo que debemos fijarnos más en la aportación cultural que en la apropiación cultural. Y es que, hoy en día, en este mundo tan globalizado es muy fácil “meter la pata” o estar desinformado sobre un contexto histórico o cultural. A mi modo de ver, y al igual que en muchas otras cosas, lo importante de este tema es cómo se aborda la cuestión. Es siempre fundamental tratar con respeto a las diferentes culturas, y en el caso de buscar una aportación en ellas, ser conocedor de su contexto y poder nutrirse de las mismas.  

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