Si existe un punto en común presente en todas las sociedades de nuestro mundo es la mitología. Dioses, criaturas y leyendas que han sobrevivido al paso de los años, y cuyas historias todavía se cuentan entre los ciudadanos o a través de nuevas vías como son el cine o las series. Cada cultura tiene sus propios mitos, con nombres diferentes e historias completamente distintas, sin embargo, todas ellas guardan muchas similitudes, así como su función o la explicación que dan a los fenómenos de nuestro día a día.
Ya contamos con miles de ejemplos de dioses y diosas que se repiten en las distintas sociedades de occidente. Como es la diosa del amor, que en la antigua Grecia recibía el nombre de Afrodita, en la cultura romana se llamaba Venus y entre los vikingos era conocida como Freya. Pero no hace falta viajar tan lejos para encontrar similitudes entre mitologías, la criatura monstruosa que habita los bosques de Cantabria y que recibe el nombre de Ojancano, es conocido como el Basajaun en el País Vasco. Pero hablemos de una mitología que para muchos de nosotros resulta desconocida, la mitología de los países asiáticos como Japón.
La mitología japonesa es un fascinante conjunto de leyendas, historias y creencias que han evolucionado a lo largo de los siglos. Como muchas otras culturas, los japoneses han creado una rica mitología para explicar los misterios del universo, la naturaleza y la existencia humana. Está llena de dioses y diosas, criaturas míticas, héroes y heroínas, y seres sobrenaturales de todo tipo. Muchas de estas historias se han transmitido a través de generaciones, en forma de narraciones orales, escritos y arte visual. Y su influencia en la cultura popular del país, la podemos percibir tanto en el anime y el manga como en los videojuegos y las películas.
A través de la mitología japonesa, podemos aprender sobre la historia y la cultura de Japón, su relación con la naturaleza y el universo, y cómo los japoneses han encontrado significado y propósito en su existencia. Pues Japón posiblemente cuenta con la mayor tradición mitológica del mundo. Espíritus, fantasmas y demonios aparecen en centenares de leyendas que explican hasta la creación del archipiélago, a las gestas de guerreras y humildes campesinos.
La mitología japonesa, también es conocida como la mitología sintoísta, la cual es relatada en el libro Kojiki, el libro más antiguo que se conserva sobre la historia de Japón. Esta mitología se centra en la creencia en los kami, que son seres divinos que se manifiestan en la naturaleza, los objetos, las personas y los animales.
En la mitología sintoísta, se cree que los kami tienen el poder de influir en el mundo natural y en la vida humana. Por ejemplo, los dioses del viento y la lluvia pueden controlar los elementos naturales, mientras que los dioses de la fertilidad pueden influir en la salud y el bienestar de las personas y los animales.
Los kami también se pueden encontrar en objetos y lugares específicos, como árboles sagrados, montañas y ríos. Estos lugares se consideran sagrados y se les rinde homenaje en forma de rituales y ofrendas, ya que se cree que estos objetos y lugares son la residencia de los kami.
La creencia en los kami es una parte integral de la cultura y la religión japonesa. En la actualidad, muchas personas en Japón todavía practican la religión sintoísta y creen en la existencia de los kami. La influencia de los kami también se puede ver en muchos aspectos de la cultura japonesa, como la arquitectura, la literatura, la música y las artes.
Según la mitología sintoísta, el mundo fue creado por dos dioses primordiales: Izanagi e Izanami. Estos dioses descendieron del cielo a la Tierra y crearon las islas de Japón. Luego, crearon una serie de dioses menores que habitan en la naturaleza, como los dioses del mar, la montaña, el viento y la lluvia.
Uno de los mitos más famosos de la mitología sintoísta es el de Amaterasu, la diosa del sol. Según la leyenda, Amaterasu se enfadó tanto con su hermano Susanoo que se escondió en una cueva y dejó al mundo en la oscuridad. Los otros dioses intentaron sin éxito convencerla para que saliera de la cueva, hasta que finalmente un dios astuto llamado Ame-no-Uzume hizo una danza divertida que hizo que todos los dioses se rieran. El ruido de la risa llamó la atención de Amaterasu, quien finalmente salió de la cueva y restauró la luz del sol en el mundo.
Otro aspecto importante de la mitología sintoísta es la creencia en la purificación y la reverencia por los antepasados. La religión sintoísta se enfoca en la pureza y la limpieza, y los sacerdotes sintoístas realizan rituales de purificación para eliminar la impureza y las malas energías.
La mitología actualmente sirve fundamentalmente como producto de entretenimiento y lo podemos ver en múltiples productos del mundo del entretenimiento. Películas sobre brujas o series que nos dan a conocer un poco más sobre mitologías como la nórdica. Y en el caso de la mitología japonesa, podemos percibir su influencia en el manga y el anime, un producto cada vez más popular entre los jóvenes de occidente y que tiene cada vez mayor visibilidad.
La mitología japonesa ha tenido una gran influencia en el manga, que es una forma popular de cómic japonés. Por ejemplo, algunos mangas presentan personajes que se basan en dioses y otros seres divinos de la mitología sintoísta, como el dios del rayo Raijin o la diosa del sol Amaterasu. Estos personajes se representan con características y habilidades que se basan en su descripción en la mitología, como el hecho de que Raijin es a menudo representado con tambores y la capacidad de controlar los truenos y los relámpagos.
Además, la mitología japonesa también ha inspirado temas y motivos comunes en el manga. Por ejemplo, la idea de un joven héroe que debe enfrentar y vencer desafíos sobrenaturales se basa en gran medida en los cuentos populares japoneses y la mitología sintoísta. Los mangas también a menudo presentan temas de honor, lealtad y deber que son comunes en la cultura japonesa.
Un ejemplo en el anime es “Inuyasha”, un anime mundialmente reconocido, ambientado mayormente en el periodo Sangoku (1467 – 1568), que sigue las aventuras de Inuyasha, un mitad demonio y su equipo, en la búsqueda de los fragmentos de la piedra de Shikon. Según la mitología japonesa los Inugami o dioses perro son demonios malignos, más conocidos como yokais, que se dedican a echar mal de ojo a las personas.
Otro ejemplo muy conocido es la famosa película de Estudio Ghibli “El viaje de Chihiro”, una película de animación japonesa dirigida por Hayao Miyazaki, y está fuertemente influenciada por la mitología y la cultura japonesa. La película cuenta la historia de una niña llamada Chihiro que, mientras está de camino a su nuevo hogar, se encuentra en un mundo mágico poblado por espíritus y seres sobrenaturales.
La mitología japonesa está presente en la película a través de los personajes que aparecen, como los dioses y los espíritus que Chihiro encuentra en su viaje. Uno de los personajes más importantes de la película es Haku, un joven que puede transformarse en dragón y que se convierte en el guía de Chihiro en su aventura. Haku está inspirado en un dragón japonés llamado Ryu, que es un símbolo de la fuerza y la buena suerte en la cultura japonesa.
La mitología japonesa también ha influido en la estética y el estilo del manga, con muchos mangas presentando diseños de personajes y paisajes que se basan en la iconografía de la mitología japonesa. Por ejemplo, los diseños de personajes pueden presentar elementos como kimonos tradicionales, espadas samurái o máscaras de teatro noh, que se inspiran en la cultura japonesa y en la mitología.
En resumen, la mitología es una parte importante de la cultura y la religión de muchas sociedades en todo el mundo, y la mitología japonesa no es una excepción. Desde la creencia en los kami en el sintoísmo hasta la influencia de la mitología en la cultura popular japonesa, la mitología japonesa ha tenido una influencia significativa en la sociedad y la cultura japonesas. A través de las historias y los personajes, los japoneses han encontrado un medio para transmitir valores y enseñanzas importantes, así como para conectarse con su patrimonio cultural y religioso. Hoy en día sigue siendo una parte importante de la identidad japonesa en la actualidad y seguirá siendo una fuente de inspiración y enseñanza para las generaciones venideras.
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